martes, 26 de febrero de 2013

EL LADO NEGATIVO DE LA GLOBALIZACIÓN



Casi todas las cosas que poseemos son el resultado final de un complejo proceso conocido como globalización. La globalización tiene el potencial de generar un mejor nivel de vida para millones de personas, pero cuando no se controla, puede alimentar la peor clase de condición conocida por el hombre: la esclavitud moderna. En la actualidad, casi 21 millones de personas trabajan en condiciones de esclavitud. Muchos proveedores están explotando el sistema - y las personas - para obtener un beneficio económico.

Se dice que “el desarrollo debe estar por encima de la política”. Esto puede parecer evidente cuando las cuestiones políticas han sido resueltas a favor propio, pero para las personas que se encuentran excluidas del/en el proceso de desarrollo moderno, esto está lejos de ser verdad.

En general, a las personas trabajadoras no se les pide su opinión sobre cuestiones relativas a su propio desarrollo. La sola idea de pedir su opinión sobre un determinado proyecto en su vecindario parece un tanto absurdo. En India, ni el crecimiento ni el desarrollo están regulados democráticamente. Los aportes de los supuestos “beneficiarios” brillan por su ausencia.

Si el desarrollo fuera genuinamente participativo, representaría las opciones políticas reales de las comunidades. Las mujeres de las tribus adivasi, por ejemplo, que tienen que caminar largas distancias a fuentes de agua, no tienen voz ni voto en las políticas sobre el agua. No se consulta a ningún grupo social trabajador antes de imponer políticas de globalización a sus vidas y medios de subsistencia, a pesar de no haber pedido ser globalizados.

El tránsito de dar prioridad a las personas en vez de a las máquinas, y de fabricar de manera ecológica, es un reto interesante. Dada la enorme y creciente mano de obra en India, el desarrollo debería ser impulsado desde el empleo en vez de serlo desde la desigualdad o las exportaciones, además de ser gestionado por las comunidades rurales, que son el corazón del país. Los consejos rurales comunitarios tendrían que tomar decisiones relacionadas con el bienestar local y la ecología, de manera sana y consensuada.

Gracias a su diversidad sin precedentes, sus flexibles tradiciones y enorme tamaño, India es uno de los países del mundo donde se puede forjar una alternativa a la industrialización auto-destructiva. En la búsqueda de soluciones para los efectos perniciosos de la globalización, India podría ser pionera, pero si no es fiel a sí misma, inevitablemente seguirá a Occidente y al resto del mundo hacia un abismo fácilmente predecible.


Fuentes: infochangeindia
            walk free

lunes, 18 de febrero de 2013

EMPODERAMIENTO: clases de costura en la comunidad marginal de Hadapsar



Deseamos compartir con vosotros los pasos que vamos dando de la mano de nuestros-vuestros beneficiarios, para que también sintáis la satisfacción de verlos avanzar en pos de una vida más digna.

Treinta mujeres han estado acudiendo con regularidad a las clases de costura que se imparten a dos grupos de quince mujeres cada uno. La respuesta a las clases ha sido tan abrumadora que una semana después de haber comenzado, treinta mujeres más quisieron apuntarse, pero debido a las limitaciones de tiempo y personal, les dijimos que las incorporaríamos al segundo curso que comenzará en breve. Nuestra  agencia colaboradora ha facilitado cinco máquinas de coser para las clases.

Estos cursos, como otros de los que iréis teniendo noticias, forman parte de las herramientas que las personas de esta comunidad necesitan para ser más competentes y autónomas, lo que repercutirá favorablemente en sus vidas y la de sus familias.


lunes, 4 de febrero de 2013

TRATA DE PERSONAS



La trata de personas es muy común en India. Las jóvenes son vendidas diariamente como trozos de carne en el mercado y obligadas a aceptar su "destino".

Sony quería empezar una nueva vida lejos de los abusos de su marido alcohólico. La paga que recibía por su trabajo en la granja no era suficiente para alimentar a sus hijos, esposo y suegros. A pesar de que entregaba a su marido todos sus ingresos diarios, éste le pegaba a menudo y ella no se atrevía a quejarse.

Los "agentes de la ciudad", en realidad traficantes de mujeres, se enteraron de su situación y la convencieron de que se fuera a trabajar a la ciudad. Sin sospechar lo que la esperaba, Sony dejó su antigua vida atrás, acompañada por sus tres hijos. Soñaba con una nueva vida que trajera independencia y felicidad para ella y sus hijos.

En la estación de tren, escuchó una conversación telefónica en la que uno de los agentes recibía instrucciones sobre dónde y cómo llevarla. Con los billetes de tren en la mano, el agente le dijo "No te preocupes. Ya te acostumbrarás; eres guapa y ganarás mucho dinero". Añadió que su hija también estaría en el "mercado", pero que no empezaría a trabajar hasta que tuviera la edad suficiente.

Sony pidió ir al baño, llevó consigo a su hija de cinco años y le dijo: “Adonde yo voy no quiero que vayas tú, duérmete aquí… volveré". Sony tuvo que volver con los agentes, ya que no soportaba la idea de éstos estuvieran con sus otros dos hijos. El tren estaba a punto de salir y los agentes se apresuraron a subir con Sony y los dos niños. No tuvieron tiempo de pensar en Payal.

Cinco días más tarde, la fundación Hope of Glory encontró a Payal en la estación de trenes. Se había salvado del tráfico sexual gracias al sacrificio de su madre y su rápida acción. Por desgracia, su madre ya había sido atrapada. Se contactó a los parientes de Payal en la aldea, pero nadie la quería de vuelta. Tal vez era mejor para ella no volver con familiares que probablemente le ofrecerían una vida de abusos y privaciones.

Hay demasiadas mujeres y niñas en la situación de Sony y Payal. Existen leyes, pero la corrupción es incontrolada. Su esperanza reside en personas que pongan manos, mentes y corazones a laborar para que las mujeres se atrevan a concebir otra manera de vivir, y dispongan de las herramientas necesarias para hacerlo.

Es hora de ponerse a trabajar.


Fuente: hogfindia